Cuando la noche hacía caer su manto oscuro sobre el Malvinas Argentinas, Guaymallén le encendió las luces, el brillo al fútbol local y desató la fiesta Tricolor... claro está que antes debió sufrir, ya que el campeón del Clausura, Gutiérrez Sport Club, no le dejó tiempo ni para relajarse un segundo.Fue el choque entre los mejores del año; por eso, el espectáculo estaba asegurado. ¿No fue? Se lo perdió.Apasionantes 90’ iniciales. Electrizantes 30’ de suplementario e infartante definición por penales. Fueron los tres actos con los que se escribió una nueva página del fútbol de la Liga Mendocina. Fue un cierre de año a todo fútbol.Guaymallén, el campeón del Apertura, sobre estas instancias algo aprendió ya que en los últimos años títulos son los que le sobran y experiencia también. Por eso salió a buscar el partido desde el arranque.Bien parado, principalmente en la mitad de cancha, con los relevos en los espacios y momentos justos. Rotación y equilibrio de juego con Javier Sánchez en ofensiva, fue hilvanando lo que en definitiva había perdido tiempo atrás; fútbol.¿Se vio la mano de Jorge Julio? Sin dudas. Le dio algunas pinceladas al esquema y equipo que trajo, hasta esta instancia, Mario Guerrero, luego del alejamiento de Víctor Cabello.Fue así que una falta sobre Baldor en la puerta del área del Celeste, terminó siendo el primer gol de la tarde cuando Sánchez, en una avivada del potrero, jugó rápido para Baldor y, ante la salida de Agnello, decretó el 1-0.El partido siguió parejo, aunque la circulación y efectividad la hacía notar el Güeyma, que se fue al descanso sabiendo que había hecho mejor las cosas.Las segunda mitad arrancó con el gol de Minich después de un tiro libre de Sánchez. Era todo Tricolor; 2-0 que hacía ilusionar a todo un departamento. Pero el Celeste no se entregaba. Fue y fue hasta que encontró el gol por medio de Aguado. Cachetazo que hizo reaccionar al Cacique y que contestó con el golazo convertido por Javier Sánchez poniendo el 3-1, resultado que hizo escuchar una expresión en la platea “partido liquidado”, pero nada estuvo más alejado de la realidad. Gutiérrez sacó a relucir el estandarte de equipo formado por hombres. Presionó y, por medio de un penal ejecutado por Aguado, achicó las diferencias cuando aún restaban 25’. El cronómetro marcaba los 39’ y apareció por detrás de todos Miguel Fernández para decretar la igualdad 3-3 y el partido siguió con el complemento en el que ambos tuvieron sus oportunidades, pero definieron en los penales. Fue ahí donde el Cacique clavó tres de los cuatro flechazos para dar la vuelta olímpica del año vistiendo el Mundialista con los tres colores de un Guaymallén que ganó el Apertura con Jorge Julio y terminó ganando el año, con el Turco.
Todo el equipo se abraza para iniciar los festejos de la obtención del título 2005.
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